Saaremaa

Saaremaa es la mayor de las islas que pertenecen a Estonia, y es célebre por su naturaleza extraordinariamente preservada y por la belleza de sus paisajes. Su posición geográfica y su aislamiento con respecto al continente han forjado esas diferencias. Se menciona a la isla ya en las Sagas de los vikingos. Saaremaa era la morada de los tristemente célebres piratas estonios en la Edad Media, cuando se la conocía por su nombre germánico, Osel. La isla fue conquistada por la Orden Livonia y posteriormente pasó bajo control de daneses y suecos. En 1721 fue incorporada al Imperio Ruso. Durante el periodo soviético estuvo totalmente cerrada a los extranjeros y a la mayor parte de la población estonia, y este aislamiento contribuyó a su preservación. Aun se pueden apreciar las típicas casitas con tejado de paja y los muros de piedra que separan los campos, como antaño… Algunos de sus habitantes aun visten los trajes tradicionales y el dialecto estonio hablado en la isla es muy distinto del ­que se habla en el resto del país. La piedra dolomítica, los molinos de viento, el excelente pan local y la cerveza casera son los símbolos de Saaremaa.

Tour panorámico de la Isla de Saaremaa. Durante nuestro recorrido por la isla tendremos ocasión de pasear por el bosque de pinos de Kaali, donde se encuentran 9 cráteres causados por meteoritos, constituyendo el lugar geológico de mayor interés de Estonia. El mayor de estos cráteres mide 110 m. de diámetro y forma hoy día un pequeño lago, llamado “Kaali Järv” o Lago de Kaali. Pasaremos junto a la Mansión de Koljala, que data de 1509, aunque el edificio actual se construyó en el siglo XVII. Visitaremos a continuación la iglesia de Valjala, del siglo XIII, la más antigua de Saaremaa, y la iglesia medieval de Karja, con una rica decoración en piedra. Continuaremos la visita por los Molinos de Angla, uno de los símbolos de Saaremaa y después nos dirigiremos a la costa Norte de la isla, al Acantilado de Panga, desde el que se pueden admirar bellísimas vistas sobre el Mar Báltico. Después de pasar por la iglesia de San Miguel en Kihelkonna, del siglo XIII, en el Museo de la Granja de Mihkli podremos descubrir cómo era la vida cotidiana en una típica granja de Saaremaa. A continuación disfrutaremos de un paseo junto al mar en las Dunas de Jarve, y terminaremos nuestro recorrido en la Península de Sorve, particularmente bella por la tarde, en cuyo extremo Sur se encuentra el mítico Faro de Sorve.